viernes, 25 de mayo de 2012

Historia del Arte. Contexto del Barroco


El barroco europeo constituye la culminación del arte como propaganda, de ahi que todas las preguntas se formulen en torno a los mismos aspectos: el poder religioso (la Iglesia Católica, naturalmente), el poder político (la monarquía absoluta) y el poder económico (la Burguesía en los países protestantes). El contexto general de esta época nos remite a los grandes acontecimientos de los s. XVII y XVIII: consolidación de la ruptura de la cristiandad (reforma protestante y contrarreforma católica, concilio de Trento), fortalecimiento de las monarquías (absolutismo en Francia) y decadencia de la Monarquía Hispánica, desarrollo económico de los estados protestantes (Holanda, Inglaterra, etc). Las guerras religioso-políticas que atraviesan el s. XVII europeo, marcan estos hitos políticos que tiene una expresión en el campo del arte. El arte concebido como propaganda de la fe explica la importancia que la Iglesia católica y el papado (Roma) darán a la arquitectura, la escultura o la pintura; la piedad popular ha de ser conmovida hasta la raíz, la pompa y el poder de la auténtifa fe, debe servir para contener el avance de la herejía protestante, etc. Los artistas, después del concilio de Trento, han de servir a un nuevo ideario en el que prima lo emocional y sensible frente a lo racional, lo popular frente a lo aristocrático, lo real frente a lo idealizado. La monarquía, por su parte, movilizará los recursos del estado para construir grandiosos palacios y jardines y embellecer ciudades, con lo que así expresará su nuevo poder frente a una nobleza que, por fin, ha sido doblegada. Frente a este despliegue de pompa, el mundo protestante abandona el gusto exagerado por la orientación y se repliega sobre el individuo. La burguesía, clase social ascendente, comenzará a forjar las instituciones políticas y económicas que marcarán el nacimiento, muy pronto, del mundo contemporáneo: capitalismo y parlamentarismo inglés; frente al carácter burgués y capitalista de los holandeses. Los países donde mejor se expresa esta fractura de la cultura y el arte europeo son, sin ser los más importantes o poderosos, Flandes y Holanda. Para concluir: a pesar del peso de la religión católica en la cultura y mentalidades de la época, los s. XVII y XVIII son también un momento de avances transcendentales en el campo de la ciencia (Newton) o la filosofía (Descartes), contribuyendo, en definitiva, a la eclosión intelectual y científica que tendrá lugar en el llamado "Siglo de las Luces", cuando el Rococó exprese el carácter decadente de una sociendad aristocrática y amante del lujo que, casi sin darse cuenta, ya había sido sobrepasada por la razón.

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